Altair, ¿cómo te sientes semanas previas a tu boda?
Me siento contenta, feliz, en paz... Obvio me da nervio organizar y más pensar que quiero que todo sea lindo, que sea perfecto, que todo mundo la pase bien, que tengan lo que necesiten. Sé que se las puse complicadas a algunos invitados, no van a poder estar todas las personas que yo quisiera, ni va ser un evento enorme; va a ser algo íntimo, como yo siempre pensé que sería mi boda.
¿Qué consejos te han dado tus padres?
Mi mamá ha tenido la oportunidad de compartir los consejos y yo, de escucharlos. Muchos de los consejos han sido de lo que yo he aprendido con mi mamá. Estos aprendizajes han sido viendo su actuar, le he aprendido muchísimo.
¿Qué hay sobre tu vestido de novia?
Voy a usar dos porque el día de la boda civil es uno, pero el día de la recepción, del banquete, es otro. Entonces, uno para ir a firmar con el alcalde. (El diseño) no es mexicano ni es francés, me enamoré de un diseño de un diseñador que me encanta: Zuhair Murad. Compré ahí una cosa divina, fue amor a primera vista, ¡me encantó! Es un poquito formal pero tiene un toque inolvidable, ya lo verán. Y el de la fiesta es femenino, es clásico pero no es para nada cursi, tiene los elementos para hacerlo memorable. Curiosamente primero encontré el vestido de la recepción y el que más trabajo me costó fue el del civil, pero cuando yo lo vi se me quedó en la mente y dije, ‘Es ese’, me encantó.
¿Estás nerviosa? Algunas novias semanas antes están con los ‘nervios de punta’...
La verdad yo me propuse hace mucho que si llegaba el momento (de casarme) yo no iba a ser ‘bridezilla’. Imagínate... alguien ya decidió casarse contigo, hacer su vida contigo y le sales ahí como neurótica... ¡No, no! La esencia de una boda es que vaya la gente que más quieres, que estén las personas que más te hacen feliz y viceversa, incluso si algo llegara a salir mal creo que estoy rodeada de la gente que me daría paz.
¿Y cómo está el novio?
Él es el más emocionado, el más organizado y la verdad pobre, porque no sabía en lo que se metía. Como va a ser en Francia y yo me defiendo muy, muy leve en el francés, a él le ha tocado ser intermediario y traductor con las flores, con la comida, con los platos, las copas, las luces, el DJ... con todo. De verdad se está ganando el cielo. ¡No hay manera de darle una sorpresa porque está enterado de todos los detalles!
¿Qué es lo que más admiras de tu prometido justo en estas semanas que están trabajando en equipo para organizar su boda?
Es súper inteligente, tiene un carácter padrísimo. Yo confío mucho en él, en su criterio, en cómo resuelve las cosas, cómo ve la vida, su toma de decisiones. Es un criterio que va muy en sintonía con el mío y confío en él plenamente. Aparte, es una persona padrísima, la verdad lo ha hecho muy fácil y divertido, incluso es una etapa muy bonita tener una boda, creo que nunca me lo habría imaginado, llegué a pensar que yo no era de las que se casaban, pero sí.
¿Qué dice tu familia sobre Frédéric?
Lo conocieron y lo amaron, vieron que es alguien que esta pendiente de mí, que me cuida. La familia de él también sabe que está en buenas manos, saben que yo lo adoro. No hay señales de alarma, claro que al principio (mi familia) fue como ‘Whaaat?’ Incluso mis amigos me dijeron, ‘¿Cómo? Yo ni sabía que tenías novio’. Sorprendió a mucha gente, pero bueno el ‘wow effect’... Él se hizo querer en seguida por m familia, es muy divertido, muy cariñoso, él también es muy familiar, tiene dos hijos increíbles y sus papás son a todo dar.
¿Cómo es la relación con los hijos de tu futuro esposo?
Muy fácil, tuve suerte... son dos jóvenes adultos balanceados, educados, muy empáticos. La verdad creo que me pueden ver como un miembro más en su familia que los va a querer y los va a acompañar a su lado siempre. Ya son jóvenes adultos, yo no entré en una etapa un poquito mas difícil para ellos, ya son adultos, ya están relativamente abriéndose camino en la vida y creo que me pueden ver como una amiga. Yo no vengo a suplir a nadie, ni a quitarle su lugar a nadie. Ambos (Frédéric y yo) vemos o queremos pensar que sumamos y así es.
¿Dónde se establecerán?
Yo soy mexicana, mi familia está en México y mi trabajo también. Así que el trabajo va a dictar una parte importante del calendario. Él no tiene ningún tema de acompañarme seis u ocho meses en un proyecto en Miami o a dónde nos lleve un poco la vida, porque él puede atender sus responsabilidades de manera remota y ahora más que nunca. Él es mi principal aliado y quiere que yo siga con esta luz y esta independencia que te da tener tus propias metas.
¿Qué hay sobre su luna de miel?
Yo ya me siento casi en una luna de miel y desde que nos conocimos hemos tenido chance de hacer cuatro viajes, todos súper lindos, súper románticos, entonces imagínate que en París van a estar nuestros mejores amigos, nuestra familia más cercana, entonces vamos a sacarle mucho jugo al viaje para la boda. Yo ya me considero de luna de miel. A ver que pasa en la segunda mitad del año en cuanto a trabajo sino seguiré de vacaciones, pero la idea es ya trabajar.
¿Qué planes tienen sobre tener bebés y formar una familia?
Todo se dio rápido, el compromiso y el noviazgo... yo sé que lo quiero disfrutar un tiempo largo y vivir y viajar y no tener una responsabilidad extra. En otras conversaciones y con mucha sinceridad yo comparto que al día de hoy no escucho el llamado de la naturaleza. Probablemente venga y por supuesto es un tema abierto, es una posibilidad, pero no creo que pase en los próximos seis meses, ni el próximo año. La verdad no lo veo pasando a corto plazo.
